En numerosas ocasiones hemos escuchado o hemos sido testigos de alguna violación a los derechos humanos, o quizás alguna vez hemos sido víctimas de la violencia, los abusos de autoridad o la discriminación sin ni siquiera saber que los derechos humanos existen, cuáles nos pertenecen y en consecuencia cómo podemos defendernos ante su violación. ¿Cuántas veces, incluso, nosotros(as) mismos(as) hemos restringido o negado los derechos y libertades de los otros?
Quizá esto te suene conocido: ¿Has intentado ingresar a una disco o un bar y no te permiten la entrada por tu forma de vestir? ¿Cuántas veces por ser joven te han dicho que no tienes la experiencia ni la capacidad para tomar decisiones? Ante estas situaciones, entre muchas otras de exclusión y rechazo injustificado, es necesario conocer en qué consisten los derechos humanos, para contar con los elementos necesarios que nos permitan defendernos y contribuir a crear mejores condiciones y oportunidades para el desarrollo personal y el de la sociedad en que vivimos.
Por Derechos Humanos se entiende a las facultades y prerrogativas (beneficios) que nos corresponden como personas para vivir una vida digna. Esto es, que todas las personas –sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, ideología, origen nacional o social o posición económica– tienen un conjunto de derechos que les corresponden simplemente por existir como seres humanos, y que son indispensables para asegurar su pleno desarrollo dentro de una sociedad organizada. Estos derechos deben ser reconocidos y respetados por el poder público o autoridad y deben ser garantizados por un orden jurídico.
Los derechos humanos son valores con peso normativo, es decir, que se traducen en leyes, en donde se establecen obligaciones y prohibiciones para asegurar la convivencia armónica de los individuos en sociedad. Además, prescriben la obligación del Estado de asegurar la prestación de determinados servicios para satisfacer las necesidades básicas de los ciudadanos.
En cuanto a los derechos que nos corresponden como mexicanos y mexicanas, se encuentran las garantías individuales que otorga la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. (ver anexo 1). Vale la pena destacar que en su Artículo 1o. la Constitución prohíbe “toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las capacidades diferentes, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto menoscabar los derechos y libertades de las personas”. En este artículo se basa la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación.
Otra característica de los derechos humanos es que son integrales. Esto quiere decir que no son independientes, sino que se interrelacionan (por ejemplo, el derecho a la vida no está desligado del derecho a la educación), ya que buscan garantizar la dignidad humana y los derechos y libertades de las personas tanto en la dimensión personal como en la colectiva. De tal suerte, si se respeta un derecho también se respetan los otros, y si se viola un derecho se violan otros.
Ruben Vera
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